domingo, 11 de diciembre de 2011

Autores de la época imperial.

El autor más importante fue Quintiliano.

Quintiliano:
En su obra Instituciones oratorias recopila todo lo que concierne a la educación, desde la infancia hasta lograr el buen orador, que debe ser el hombre perfecto en moralidad y sabiduría. En su obra se encuentran las primeras observaciones sobre psicología de la infancia, los métodos, motivación, etc.

Para Quintiliano, la educación comienza en la primera infancia, en el seno de la familia. En esta educación “debe ponerse el mayor cuidado en el ambiente que rodea al niño-ayas y compañías- porque naturalmente conservamos lo que aprendemos en los primeros años como las vasijas nuevas el primer olor del licor que recibieron”. En esta primera edad, plantea que el niño debe aprender en forma de juego “para que no aborrezca el estudio el que aún no le tiene afición”.

Después el niño pasa a la escuela elemental. Defiende la escuela en general, sea pública o privada, frente a la educación doméstica, dad por el preceptor, por lo beneficios que ésta tiene desde el punto de vista del trato con otros alumnos. En el tiempo de Quintiliano, aún no se desarrollaba la escuela pública.
En la escuela elemental, “el maestro diestro encargado del niño, lo primero que todo tantea sus talentos e índole”. Esta observación psicológica que Quintiliano aplica en toda su obra, tanto respecto de los alumnos como del maestro, es su mayor aporte. Plantea, además, que en la escuela elemental, como en todo, es importante tener buenos maestros, pues “los primeros elementos en nuestros estudios son mejor tratados por los mejores maestros”. En la educación elemental, plantea que se debe alternar el trabajo con el recreo. Acepta los ejercicios físicos, pero con moderación.

Una vez que aprendió a leer y escribir, el alumno pasa a la escuela gramática, donde aprende la gramática, la redacción, la música, las matemáticas y los ejercicios orales y físicos. En el lenguaje hay que atender a la corrección, la claridad y la elegancia, ello ha de conseguirse por medio de la costumbre y la práctica principalmente. La literatura, además de un valor estético tiene un valor espiritual, ético; en este sentido se debe empezar por Homero y continuar por Virgilio.
Finalmente viene la escuela de retórica, de carácter superior y especial para la formación del orador. Ésta debe hacerse sobre la base de narraciones históricas, ejercicios dialécticos, lecturas y comentarios de clásicos, elocuencia, derecho, etc. Pero sin incluir la filosofía.



El valor de la pedagogía de Quintiliano radica en:
1º Su reconocimiento del estudio psicológico del alumno
2º Su acentuación del valor humanista, espiritual de la educación
3º Su finura con respecto a la enseñanza de las letras
4º Su reconocimiento del valor de la persona del educador.

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